DULCE VERDUGO

Canta, canta, verdugo ensangrentado,

busca alegría en tu oscuro corazón

reprime ese llanto que, si no fuera por dinero,

no tendría lugar en ti, ni razón.

¿Porqué levantas esa arma ante todos?

¿Quién eres tu para quitar una vida?

sufres en soledad cuando todos te odian,

rezas en silencio mientras la ley te cautiva.

La multitud condena sin perdón,

miles de ojos aclaman sin saber,

que esos cabellos que acariciaste una vez,

serán mutilados por deber.

Te vas poco a poco al bajar los brazos,

cierras los ojos al segar la nuez,

late tu corazón muriendo sin consuelo,

tiemblan tus piernas al caer la tez.

Muerto en vida, acabas de penar,

solo y vacío te has quedado,

perecerás en la angustia de tu mente

por asesinar al ser más amado.

Sus labios ya no besarás más,

yermo y mortecino yace el rostro,

no sólo no la intentaste salvar,

sino que serás de por vida prisionero angosto.